'EMILY IN PARIS': UN PLACER CULPABLE PARA HACERNOS SOÑAR



A pesar de estar lejos de ser la sucesora de Sexo en Nueva York, así nos la han promocionado (al frente de ambas está Darren Star), Emily in Paris cuenta con algunos aciertos que la convierten en un producto entretenido e ideal para despejar la mente, algo necesario en estos tiempos de incertidumbre que vivimos. Confieso que ha sido mi placer culpable y que me ha tenido enganchada a lo largo de sus 10 capítulos. Y es que, ¿quién no querría vivir en París, ir a fiestas glamurosas, cenar en bistrós y vivir bonitos romances? 

Empecemos por la historia, que no vamos a mentir, no es nada nueva. Emily ( Lily Collins ) es una veinteañera que se traslada a París desde Chicago para trabajar en una agencia de marketing de marcas de lujo. Su carácter alegre y pizpireto chocará con la costumbres francesas y le ocasionará más de un desencuentro, sobre todo con su nueva jefa, Sylvie ( Philippine Leroy-Beaulieu ), soberbia y un poco antipática, algo que nos recuerda irremediablemente a El diablo se viste de Prada. Además, no faltarán los conflictos en el trabajo, las nuevas amistades y los coqueteos con atractivos extranjeros. Cada episodio será una nueva aventura para la protagonista, que, a pesar de ser todo bastante previsible, consigue que queramos saber más de cómo se las va arreglando en la capital francesa.  

Además del trabajo, la protagonista también tendrá tiempo para el amor y el sexo, aunque este último  bastante light, nada que ver con las historias de Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte en Nueva York. Y si hablamos de amor, éste no podía faltar en una ciudad como París, la otra protagonistas de la serie. Emily in Paris nos muestra una ciudad de postal que te hace soñar y en la que no te importaría perderte durante un tiempo. Todo es bonito en el París de Emily, calles chic, cafeterías y bistrós ideales, galerías de arte, parques, hasta un maravilloso chateau en la campiña francesa. Lo dicho, para perderse. 

Por último, quería resaltar que si eres amante de la moda disfrutarás con el desfile de modelitos tanto de  Emily y sus amigas como de su jefa Sylvie, siempre impecable. Sombreros de todo tipo, complementos a la última, vestidos de tul y mucho color. Nada falta en el armario de Emily. La serie está llena de momentos fashion que recuerdan muchísimo a sus predecesoras, Sexo en Nueva York y Gossip Girl.

En definitiva, una comedia romántica bastante previsible, sin grandes pretensiones y con un objetivo claro y sencillo: entretener y hacernos soñar un rato. ¿Lo ha conseguido contigo? Conmigo sí. 

*'EMILY IN PARIS' SE PUEDE VER EN NETFLIX



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